El Peregrino

Durante la

viernes, 18 de septiembre de 2009

Un extraño viaje a la interioridad

Camaradas, esta vez estoy a punto de contarles una de las experiencias más extrañas de mí vida, no, no es un viaje en drogas aunque parésca, no, tampoco es un delirium tremmens, siento que se le puede ver como una visión, aunque me han dicho que es un estado entre estar dormido y despierto la verdad ha sido una experiencia muy extraña en toda mi vida, sucedió cuando tenía 16 años una noche...

Ese día no recuerdo que había hecho, lo único que viene a mí mente es que ese día no tenía sueño, por ese entonces había escuchado hablar de un tema de Kiss llamado "The sound of silence", no me pregunten porque pero esa noche justo recordé el nombre de esa canción, así que decidí hacer un pequeño experimento, me relajé y teniendo los ojos bien abiertos en mí cama decidí tratar de escuchar el sonido del silencio, el resultado fue sorprendente... ahí empezó mi viaje a la interioridad... sucede que pues en medio de todo el silencio que había empecé a escuchar el sonido de una extraña música, a decir verdad diría que era música celta (por lo menos eso me parecía) empecé a escuchar voces que cantaban en un idioma extraño, pero por alguna razón me pareció no entenderlo pero sí comprenderlo, como si supiera lo que esos sonidos significaban, derrepente sonó una voz dentro de mí mente que me decía: esta música es del norte de España, es música celta del norte de España, inmediata mente se abrieron mis oídos y pude escuchar mejor lo que las voces cantaban...estaban cantando en español perfecto (se que sonará a locura, pero así fue) entonces las voces me empezaron a hablar, sí en sus cantos me hablaban y me decían que debía visitar el árbol de Tumbalar en la tierra de Jericó, entonces ya para ese momento mí mente estaba algo nublada y veía puras nubes grises, de pronto las nubes se fueron despejando y empecé a ver un árbol retorcido al filo de una cornisa, al borde del abismo se erguía alto, retorcido pero firme ante el viento y el frío, definitiva mente era un lugar frío así que me pareció muy raro que se tratase de Jericó siendo que esa última ciudad era bíblica y seguramente está destruida por el tiempo, aparte que la ubicación geográfica no da para un frío como ese.

De cualquier manera esa fue mí visión, después de ver el árbol "desperté" o "salí" de ese "trance" y después dormí como cualquier día.

Al día siguiente la visión no me dejaba tranquilo, a cada momento recordaba el árbol pero me preguntaba el porque debería ir a ese lugar, siendo lo incoherente que este parecía ser... entonces resonaba una voz en mi mente diciendo que debía ir allí a buscar mí espada, la verdad no sé bien para que la necesite, pero bueno, en ese entonces me encantaba fantasear con eso y creer que la iba a tener para vivir aventuras o algo así; les repito no fue un viaje en drogas, ni un delirio ni nada por el estilo, algunos dicen que es un estado entre el estar dormido y el estar despierto, la verdad no sé solo sé que pasó y que fue real.
Tiempo después viendo imágenes para un trabajo descubrí una foto de un árbol que si bien no era iguál al de mi visión, era muy parecido y estaba en el mismo lugar, una cornisa, al borde de un abismo...
Si el árbol, la ciudad o la espada existen ya no me importa, pero el árbol se convirtió en mi símbolo.

2 comentarios:

  1. A veces la realidad se nos confunde..
    y quizás habrán cosas que nunca sabremos que exactamente fueron o que realmente significaron ....
    lo que es seguro, que sea como fuese pudimos sentirlas...

    Extraño "viaje"..
    ahora también se quedará dentro de nuestras memorias..

    Un abrazo, Peregrino..

    Atte
    Staywithme.

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  2. Hola mi amigo peregrino...como has estado?
    que hermosa vivencia la que has tenido... me recordo el libro que me facino "Caballo de Troya" de JJ. Benitéz y su viaje en el tiempo.

    Un abrazo

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