El Peregrino

Durante la

jueves, 5 de noviembre de 2009

La carcel del alma...

Una tristeza enorme envuelve mí corazón, un llanto inconsolable es mí sueño más profundo, mi cabeza se agita ante la desesperación, y pierdo el control de mí mismo para ser objeto de mis pasiones, o más bien de pasiones que me controlan y que me son exteriores a mí mismo, dolores que no entiendo, desesperación en cada respiración y cada movimiento, una lucha constante entre mí ser y la desesperación, un mundo monótono el cuál parece nunca cambiar, una esperanza perdida en medio de un inmenso mar... y eme aquí en la costa de mi alma, en el risco de mí ser... soy solo un árbol al filo de un peñasco, un barco a la deriva en medio de la tempestad...
No veo luz en mí camino, pero tampoco recuerdo haberla visto antes, mi cuerpo se contorciona con jalones incesantes de mi puño apuntando hacia la tierra, hacia el origen, hacia el retorno a la no existencia, mi cuerpo actúa simulando normalidad ante el resto de la gente, no hay que mostrar el interior a nadie... los sentimientos saldrán solos no es necesario hablar, son como aquél cuervo sobre el busto griego, aquél cuervo que me dice "nunca más" aquél sentimiento de querer huir, pero no hay a donde huir, todo es lo mismo, un inmenso círculo que gira y gira, pero nunca para...
Un nudo espeso en la garganta, lágrimas a punto de saltar de mis ojos, derrepente tranquilidad y relajación ya todo paso, ya todo es un recuerdo del horror que fue...
Teniendo todavía las heridas abiertas cae la fría estocada de la realidad sobre mis miembros y mí espalda desecha, ya no hay más dolor, ya todo es igual, un sillón un hombre sentado, soy solo un espectador de este teatro de horror que parece nunca dejarme, miles de gusanos corroen mí cuerpo y el simple anhelo de dormir y soñar me mantiene vivo, aquél anhelo de Brasil, aquél anhelo de Argentina, aquél anhelo de paz, aquél anhelo de tranquilidad...de ensueño y alegría que alguna vez me cubrió cuál velo de novia...
Hoy solo me cubre un velo blanco ante el frió, un velo que no deja de ser otra cosa más que una mortaja, ¿pero si estoy vivo? si, pero hay muchos muertos en vida, la vida es demasiado dura, algunos no viven para contarla, otros la cuentan para vivirla...
Cadenas me atan a la desesperación y no encuentro salida más que en mis sueños y recuerdos, más estos son solo una mentira y una falsa realidad. Oh! cuando volveré a mí tierra prometida... cuando volveré a sonreír... cuando volveré a vivir en vida para dejar de ser otro muerto en esta batalla, otro caído ante el poder de la sociedad, otra alma prisionera dentro de un cuerpo doliente...