El Peregrino

Durante la

jueves, 13 de mayo de 2010

Rebasando los límites...

Camaradas, aquí os dejo con un pequeño cuento de la represión en Argentina, en sí es un boceto de historia pero espero les guste...

Corre abril del 75, Martín Valcorse trabaja en una oficina del estado, después de un duro día de trabajo sale por fin, era viernes, un lluvioso viernes y él no tenía mucho para hacer, fue rumbo a una vieja cafetería cerca del Congreso, allí tomó un cortado mientras veía las melancólicas calles de Buenos Aires llorando tras la bruma de una débil tormenta, la gente corriendo entre las veredas y las luces suavemente difuminadas iluminando los arabescos en las paredes de los edificios coloniales.
En eso llegó José Morales, hermano en ideales y amigo en el fútbol, iban juntos a la escuela desde inicio del secundario y siempre congeniaron bien, ahora estaban en peligro bajo la amenaza de un golpe militar, el padre de Martín era un viejo general rumbo a la jubilación, esto lo ponía al tanto de todos los movimientos militares y toda la planeación del golpe.
José no le hacía mucha gracia el que Martín trabajara en el estado y mucho menos que fuera hijo de militares; en ese entonces se corría la voz de gente desaparecida o muerta y la persecución a subversivos, al ser José parte de un grupo de izquierda solía compartir pocas de estas cosas con Martín. Sin embargo era sabido que sí los militares subían Martín sería ascendido en el estado y su padre (Don Gabriel) sería nombrado jefe de Morón, donde impartiría la ley con mano dura en contra de subversiones.

Junio del 75,
Martín y José solían juntarse con otros jóvenes de la edad para preparar un movimiento de protesta y subversión para evitar el golpe de estado militar, Martín aprovechaba estos momentos para liberarse de toda opresión y mostrar el gran odio que tenía hacia la política de su época y a los designios de su padre, era al igual que todos ellos otro activista más en el grupo, aunque nunca fue bien visto del todo, aparte en esa época se acostumbraba el que los mejores amigos se traicionaran para eliminar subversiones...

Febrero del 76,
Tras mucho tiempo de espera los militares dan un golpe de estado en contra del gobierno bonaerense, empieza la llamada época de la represión en su máximo rigor y las persecuciones a subversivos y a izquierdístas se vuelve más fuerte.
Un escuadrón militar entra en casa de José, estando él solo lo toman preso y lo llevan a la cárcel, se le acusa de homicidios no cometidos y se le encarcela.
Lo primero que ve José al estar dentro de la celda es detrás de las rejas a Martín, no hay manera de explicar el sentimiento escondido detrás de sus ojos marrón, una mezcla de odio, decepción, miedo, dolor, rabia, pena y sufrimiento es expuesta ante los ojos de Martín al ver la mirada de su amigo dentro de la celda, con la voz entre-cortada alcanza a decir Martín: Lo siento, solo seguía órdenes-

Marzo del 76,
Han pasado pocas semanas del encarcelamiento de José, lego de ver lo hecho a los presos políticos sigue a la espera de su destino, sin embargo por alguna extraña razón no recibe ningún maltrato y es bien alimentado, por voces se entera que el movimiento ha sido eliminado, la mayoría de los integrantes eliminados o desaparecidos por lo que parece que él es el único sobre viviente...

Abril del 76,
Un día llega un paquete para José y se le da la orden de no abrirlo dentro de la celda, es guiado a un cuarto solitario donde se le entrega un abre-cartas, abre el sobre, dentro de él una carta donde avisa que es exiliado a Cataluña y donde se le entrega el pasaje, más al fondo y casi imperceptible aparece un papel mal escrito, en él se encuentran una dirección de vivienda, un número para pedir trabajo, un poco de dinero doblado y una nota: "Cambiate de nombre". Ante semejante revelación José decide seguir los mensajes de la extraña carta, se sabe a la merced de los militares pero no tiene otra elección, al menos sería libre de cierta manera.

Junio del 76,
José cuyo nombre ficticio es Manuel vive en Cataluña, logra conseguir trabajo y vivir de una manera descente, sin embargo desea que acabe la represión para volver y de paso vengarse de Martín Valcorse; ha logrado unirse a un grupo junto con los demás exiliados y vive muy tranquila mente desde que recibió esa misteriosa carta...
Un día sin previo aviso llega a sus manos una carta de Argentina, él emocionado la abre y lee:

"Manuel,
Soy Martín Valcorse, se que debes odiarme luego de lo sucedido pero quiero aclararte las cosas, el movimiento no se iba a poder oponer a la dictadura de mi padre, lamento decirlo pero siempre tuve ese miedo. Mi padre dio contigo sin que yo me enterara, en cuanto supe que estaba buscándote decidí tomar cartas en el asunto, aprovechando la nueva condición que obtuve (muy a mi desagrado en el estado) te hice apresar y encarcelar en las mejores condiciones que pude, de lo contrario hubieran dado contigo y te hubieran eliminado como al resto del movimiento, sé que dudas de mis palabras pero fui yo quién te mandó esa carta de exilio, quería que pudieras recuperar tu vida y libertad pero sabía que aquí no ibas a poder, aparte estando rodeado de militares y gentes del estado tenía que ser lo más discreto posible, todavía sigo dudando lo que hice al recordar tu mirada dentro de la celda, en verdad desearía que esto no hubiera pasado y que todo fuera como en el secundario, pero lamentable mente mi padre y sus colegas subieron al mando y no hay mucho que hacer, de hecho la vida aquí se ha vuelto día a día peor, hay cada vez más desaparecidos, hay mucho terror en las calles y la gente tiene miedo a pensar distinto, ya no se juntan los amigos, no ves parejas caminando en la noche, ya solo ves esos malditos tanques retráctiles de un lado para otro, la verdad me deshonra se hijo de militares, tu lo sabes.
Espero que estés bien y ojalá Dios quiera nos volvamos a ver cuando acabe la represión, ya nos veremos de vuelta en el café ese al costado del Congreso, y podremos hablar como en los viejos tiempos cuando todo era alegría y dicha.
Te deseo lo mejor y no temas ya nadie te perseguirá donde estás.
PD: No mandes una respuesta a esta carta, la mandé de contrabando para que no lo supieran los militares.
Eres una gran persona amigo, ojalá nos volvamos a ver... mientras tanto...
Hasta la victoria siempre Hermano"

Agosto del 76,
Es descubierta la mensajería de Martín y su colaboración para ayudar a escapar a varios presos políticos, estos al encontrarse dentro de países extranjeros son rechazados nacional mente como compatriotas y se les prohibe su regreso, en cuanto a Martín, su padre fue destituido por creencia de colaboración con Martín y este fue eliminado en las cercanías del Campo de Mayo.
Pasaría mucho tiempo y sucesos hasta que las dictaduras acabaran, después vendría la decadencia política.

Noviembre del 90,
Después de acabada la represión y las dictaduras militares José alcanzó a juntar dinero para su vuelta. A su retorno encontró el país cambiado, la política y las represiones habían transformado a su amada nación; buscó por su amigo Martín, solo con el humilde sentimiento de agradecerle el haberle salvado la vida, lo encontró en el viejo cementerio de Chacarita, allí le lloró y le dejó unas rosas.
La represión había destruido muchas cosas, pero no pudo con una... la amistad.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Poema a Cuatro Manos

Aquí os dejo camaradas con un poema que escribí junto con un maestro, por eso es a cuatro manos, cuatro manos, dos mentes, un poema...
Disfrutenlo.

TODOS LOS HÉROES

Resuenen en su mente mil gritos inaudibles
voces ahogadas en los aludes inmemoriales, pisada de Cronos
llanto incontrolable de Afrodita, tempestad creada por Poseidón para hundír a los atlantes.
Héroes, míl héroes, todos los héroes sepultos olvidados, de bastardos la semilla.
Levanten el canto a coro; aquél cuya memoria ha convertido en presente al pasado.
¿Tiene sentido la vida?
¿tiene sentido la pregunta? o acaso preguntar es el sentido,
¿porqué todo debiera tener un sentido, porqué no aceptamos el cáos?
Abrazar la fúria de Áquiles, el rumbo perdído de Ulises
y el apasionado desenfreno de Eros
y la muerte irremediable de Héctor;
seamos pués todos héroes
Cada uno con su historia
cada uno con su ser
diferentes épocas nos únen
somos grandes
un mismo sentimiento nos úne
somos historias
un mismo destino nos une
somos drama
una misma esperanza nos une
somos héroes