El Peregrino

Durante la

miércoles, 27 de octubre de 2010

La reina de corazónes...

¿Podríais decirme donde yace vuestro corazón?
¿O acaso es un misterio vuestro callar?
¿acaso encontraré
nombre para vuestro rostro
detrás de un blanquecino margen
que en negro marco está?

¡Oh!
reina mía, el mundo de fortunas lleno está.
Picas, diamantes y algún que otro trébol,
pero no he encontrado corazón
que se compare al vuestro,
¿acaso de mi corazón la reina serais?
¿Podré en vuestro corazón reinar?


Valiente rey
es aquel que todo por amor entrega,
que ni todos los diamantes de la tierra,
ni todas las picas,
vuestro beso engendran.
Reina mía,
Quisiera en vuestro corazón reinar.

Detrás de vuestro pálido rostro
¿acaso podré algún rubor causar?
detrás de vuestra boca carmín
¿ardientes besos podré encontrar?
Detrás de vuestra mirada fría
¿de pasión vuestro corazón arderá?

¡Oh! Reina mía
Oscura batalla me espera,
como el ardiente final
de una decadente era,
no hay diamantes que bellos me  parezcan,
teniendo a mi lado
vuestra presencia,
no hay picas que temor me causen
la muerte me es misera,
si una lágrima sobre mí derramases
toda mi alegría sería,
no hay tréboles que más suerte me den
que vuestro beso
en mi frente sellado esté

La partida todavía no acaba,
el enemigo oculto permanece en tinieblas,
y mi esperanza yace,
en la siguiente vuelta.
¿Acaso aparecerás,
 reina mía?
o vuestra picardía os prohibe
sostener vuestro rostro entre mis manos
y que mi juego termine

Porque la vida es un juego
que sin vosotros no sirve,
se necesitan picas,
se necesitan tréboles,
se necesitan diamantes,
se necesitan corazones,
jotos y reyes,
reinas y ases.
Pero lo que más se necesita,
es la pasión de los corazónes.
Pero lo que más se encesita,
son  las reinas de corazones...