El Peregrino

Durante la

martes, 24 de mayo de 2011

Procesos 2: Interludio en las sombras...

Amigos lectores hoy analizaremos varias cuestiones que nos permitirán el entender el suceso de la publicación anterior.
Convoco a un análisis acerca de la teoría del absurdo, donde nos encontramos el siguiente cuestionamiento: ¿Para qué?, podemos ver que esto se aplica a todo (visto de distintas maneras) ¿qué sentido tiene? ¿porqué tiene que tener un sentido? ¿se puede tener un sentido verdadero?. Estas dudas atropellan  mi mente desde antes de concebir el suicidio existencial de un personaje que no es nada más ni nada menos que un reflejo de el sentido más profundo de mi alma y mi subconsciente, empero, esta publicación no es una búsqueda de lamentación ni un masoquismo ante el suicidio de dicha persona...
¿Qué sentido tiene lo que hacemos? ¿Es necesario un sentido para todas las cosas? ¿porqué nos aferramos a dichos pensamientos? Nada va a cambiar, queramos o no la vida es un constante flujo ante el cuál podemos intentar sublevarnos pero no servirá de nada, hay quienes aprendieron la lección o la llevan marcada dentro de su sub-consciente siendo de tal manera que no buscan el salirse de lo establecido y, por el contrario buscan la seguridad de los grupos, de ser comprendidos, de ser aceptados; el Peregrino fue distinto, el quiso ser distinto y su forma de ser lo destruyó, quiso ser puro y fue disuelto, como quién prende un papel en una hoguera y lo contemp´la consumirse, así se consumió la vida de este personaje. Rápida y sin dejar rastro fue su muerte al igual que rápido y silencioso será su olvido, queramos o no, no tuvo mucha historia como para rebasar las barreras del tiempo, de donde vino y a donde fue es un misterio, pero lo más probable es que nunca vuelva, sus iluciones lo hacían tan distinto al mundo al que perteneció que lógicamente varios quisieron catalogarlo para poderlo controlar, el nunca se dejó, al intentar comprenderlo se convirtió en un rizoma sin sentido de existencia ni razón de ser, eso lo consumió a la hora de buscar un sentido dentro de tanta locura y tanta pasión, como vemos, el mundo es demasiado frío y lúgubre para personas como él, lógicamente ardería en llamas.
¿Para que seguir escribiendo sobre él? me pregunté, ¿pará que si su voz no es escuchada, si sus letras serán olvidadas, si sus sentimientos ardientes nunca fueron correspondidos ni nunca lo serían? ¿para que seguir un lamento por un largo viajar cuando ya sus viajes se habían vuelto erráticos y turbios? ¿para que seguir adelante cuando a final de cuentas será olvidado al igual que su servidor escritor?
Todos sabemos que nada de esto tiene un verdadero sentido y aunque busquemos dárselo jamás lo encontraríamos, siempre habría algo con que revocarlo y nos enfrascaríamos en una discusión sin fin y de un contenido en extremo subjetivo, se lo mucho que querían al peregrino pero un ser así lleno de ilusiones no puede vivir en una sociedad como esta, no es factible, es más podría decirse que va en contra de lo natural, de lo establecido.
Es necesario un cambio en la gente y en la escritura, el Peregrino siempre creyó saber de ello pero jamás pudo ver más allá de su sufrimiento de niño con miedo, jamás pudo enfrentarse a la realidad y verla cara a cara sin ocultarse tras un velo de misterio y melancolía, lo más desagradable eran sus ínfulas de filosofo cuando solo repetía sus mismas reflexiones sin llegar a nada que diera una cierta luz a su voz...
Si amigos, yo maté al Peregrino, pero lo hice porque su existencia ya no mostraba tener luz ni brillo, porque su voz se había apagado lentamente y porque sus sollozos se habían vuelto insoportables, yo lo maté permitiéndole suicidarse en su momento más hondo de decadencia, el ya había muerto varias veces, y había vuelto otras tantas, pero esta es la única vez que se publicó dicha noticia por toda la carga que esta presentaba, esta muerte es definitiva, las cosas no volverán a ser lo que fueron, ya no habrá nadie que cante como él hasta que los cantos sean renovados y las letras sean fluidas, mientras tanto reinará la oscuridad, la oscuridad, oscuridad de falta de ideas, oscuridad de cambio, oscuridad de simpleza, oscuridad de opacidad.
Hasta que la luna no vuelva a brillar no habrá nuevas canciones para cantar...
El peregrino, escape de realidad durante años ha desaparecido para no volver, su dramática vida lo llevó a una muerte patética, como todos los suicidios, una muerte por miedo, por desesperación, no una muerte honrosa.
Amigos lectores, puede que después de esto no me vean más como amigo, nunca he fingido, nunca he mentido, y si permití una muerte así creanme es por un bien, a veces, a veces es necesario un sacrificio para el progreso y el cambio, el mundo es cambiante y constante, el Peregrino siempre fue estable, esto lo llevó a padecer el peor de los anacronismos, una mente anacrónica es una mente sin capacidad de progreso, sin capacidad de superación, por tanto un ser condenado al olvido y la auto-destrucción, si alguno de ustedes se ha compadecido de dicha mente es por la forma en que intentó hacer el cambio, su perseverancia en tocar las vidas de los demás lo destruyó.
Al final de cuentas ¿Sirvió de algo su vida?
Os dejo para la reflexión