El Peregrino

Durante la

lunes, 11 de octubre de 2010

Contemplando la vida....

¿Cuantas veces nos hemos detenido a ver un atardecer?¿cuantas veces nos hemos detenido a dejar que la luna nos iluminara con su resplandor en medio de la noche?¿o a dejar que el viento juegue con nuestra cabellera? ¿cuantas veces nos hemos sentado con alguien y sin hablar ni nada hemos compartido un momento hermoso?¿cuantos de nosotros hemos disfrutado las frías mañanas o tardes sin importarnos nada más que el placer del melancólico y bohemio sabor de un café bién preparado? ¿cuantas veces hemos visto al horizonte y admirado la belleza del campo o de las montañas? ¿o simplemente hemos camino por la calle sin un rumbo fijo y a merced de nuestros pasos?.
Si la respuesta a estas preguntas es: muchas, entonces podemos sentirnos dichosos mis camaradas porque significa que ehemos vivido intensamente, que somos felices y que vemos el mundo a todo color.
En un presente como el actual la sociedad, el entorno, la escuela o el trabajo (dependiendo) son factores que influyen en nuestra vida y que nos hacen que vivamos una vida ajetreada y sin momento de contemplación o relajación, todo es una demanda constante de intercambio de bienes o información, el internet y la televisión abruman nuestra mente y no permiten que pensemos al mandarnos tantos mensajes juntos y de una manera tan directa. Es fácil encontrar gente deprimida entre nsotros, gente desesperada, gente triste, getne alterada, el enojo se refleja en sus friso ojos, sus miradas han perdido el brilo de la vida, veladas por el frío resplandor de los ordenadores en sus trabajos, sus dedos se han endurecido a fuerza de teclear al ecribir, y sus mentes han olvidado los sentimientos para albergar números y complejas operaciones, su alegría ha perdido la batalla contra la seriedad de los fríos ministerios y de las empresas; hemos perdicdo toda nuestra energia en una lucha sinsentido por preservar la vida, donde luchamos por preservarla pero no la alcanzamos a disfrutar lo suficiente para aprovecharla.
Es por eso que los invito camaradas a bailar entre la gente, a cantar bajo la lluvia, a sentarse en los atardeceres, a contemplar los campos cubiertos de flores, y a dejar que el viento juegue con vuestra cabellera, porque solo así podremos vivir de verdad, solo así podremos ponerle color a nuestra vida, dsifrutabndo las pequeñeses que tenemos cada día, aprovechando cada atardecer (esas bellas pinturas que la vida nos regala) solo así podremos vivr con plenitud y ser felices.
Les deseo lo mejor y nos vemos en la calle, estaré vagando sin rumbo mientras la suave briza de otroño acaricia mi rostro...